Un eclipse que oscurecerá el cielo creando un ‘anillo de fuego’, la última Superluna y más: estos son los fenómenos astronómicos de junio.
La llegada del sexto mes del año trae consigo fenómenos astronómicos únicos. Y aunque el eclipse anular de Sol será el gran protagonista de junio, el final del mes será la última oportunidad para disfrutar de una Superluna y un momento inmejorable para observar a los dos gigantes gaseosos del Sistema Solar.
De todos los fenómenos astronómicos, el más espectacular del mes llegará la mañana del 10 de junio: la Luna se interpondrá en el camino entre el Sol y la Tierra, pero debido a que nuestro satélite natural se encontrará en apogeo (el punto más lejano de su órbita respecto a la Tierra), no cubrirá por completo la circunferencia del Sol y en su lugar, dejará ver un ‘anillo de fuego’ en el cielo por algunos minutos.
Este fenómeno será visible únicamente en las localidades más boreales de Canadá, Groenlandia y Rusia; sin embargo, tanto la NASA como otras agencias espaciales e instituciones astronómicas realizarán transmisiones para seguir paso a paso el eclipse anular de Sol del 10 de junio.
El solsticio de junio marca la llegada del verano en el hemisferio norte y el inicio del invierno en el hemisferio sur. Este año, ocurrirá exactamente a las 22:31 horas (tiempo del Centro de México) del 20 de junio y aunque puede resultar imperceptible, en este momento del año el Sol se posicionará en el cenit al mediodía.
Con 14 horas y 15 minutos de luz solar, el 20 de junio será el día más largo de todo el año, una tendencia que va creciendo durante la primavera y alcanza el máximo en el solsticio, para después descender hasta el mínimo con la llegada del invierno.
La última Superluna del año (el momento en que coincide la Luna llena con el perigeo, el punto más cercano de la órbita de nuestro satélite natural respecto a la Tierra) llegará el 24 de junio, para no volver hasta 2022.
El 23 de junio, la Luna estará un poco más cerca de lo habitual de nuestro planeta: ubicada a unos 359,959 kilómetros de la Tierra (a diferencia de los 384,400 kilómetros que nos separan en promedio), la diferencia en tamaño y brillo será casi imperceptible para el ojo humano.
Después de la conjunción que protagonizaron a finales de diciembre de 2020, los dos planetas más espectaculares para observar del Sistema Solar volverán a recorrer juntos la bóveda celeste durante las madrugadas de todo el mes.
Los dos gigantes gaseosos aparecerán por el este durante los primeros minutos de la madrugada a principios de mes, cada vez más temprano conforme junio llegue a su fin. Basta un telescopio básico para observar los anillos de Saturno o bien, la Gran Mancha Roja de Júpiter y sus satélites galileanos.