Los pandas son animales que todos amamos, ¿verdad? Bueno, las autoridades de China dicen que esta maravillosa especie ha salido de la lista de animales en peligro de extinción gracias a los esfuerzos para su conservación
Cui Shuhong, director del Departamento de Protección Ecológica Natural del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China, anunció en conferencia de prensa esta semana que los pandas serán reclasificados ahora como una especie vulnerable.
Esto es, esos maravillosos osos juguetones siguen siendo muy poquitos y en cualquier momento podrían volver a estar en peligro… el riesgo sigue. Pero bueno, por el momento, su población es suficiente como para sacarlos de la lista.
De acuerdo con la BBC, el funcionario chino indicó que gracias a los esfuerzos de las autoridades ambientales en aquel país, la población de osos panda salvajes llega ya a los mil 800, cifra suficiente como para no considerar que la especie siga en peligro de extinción.
¿Cómo hizo China para lograr que los pandas dejen de estar en peligro de extinción?
China lleva desde 1970 (al menos) luchando por conservar a la población de pandas salvajes en su territorio. Desde hace cinco décadas, las autoridades han encontrado en el bambú la clave para mantener e incrementar el número de estos osos tan especiales.
Por ello, los esfuerzos se han centrado en restaurar las zonas donde abunda el bambú (que constituye el 99% de la dieta para estos osos), y declararlas como zonas ambientales protegidas. En otras palabras, China se ha enfocado en “construir” enormes reservas salvajes para los pandas, evitando que estén en peligro de quedarse sin alimento.
En la década de los 80, la población de pandas descendió a los mil 200 ejemplares precisamente por la pérdida de hábitat, cuando las autoridades no habían diseñado la estrategia que hoy puede presumir tan buenos resultados.
Cabe mencionar que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) eliminó al oso panda de la lista de animales en peligro de extinción desde el 2016. Pero (afortunadamente) en China no estuvieron de acuerdo con ello pues consideraron que la decisión podría dar la falsa impresión de que se podían relajar los esfuerzos de conservación.