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NUEVA LUZ DE COLOR BLANCO A LOS SEMÁFOROS

En un intento por mejorar la gestión del tráfico en las áreas más concurridas del mundo, un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte ha planteado una idea revolucionaria: incorporar una luz blanca a los semáforos.

La introducción de la luz blanca en los semáforos permitiría a los coches autónomos seguir las indicaciones del vehículo que tienen delante, gracias a una conexión inalámbrica con el semáforo. Este sistema tiene el potencial de crear un flujo de tráfico más ordenado y continuo, minimizando el tiempo que los vehículos pasan detenidos en las intersecciones. Esto no solo podría acelerar el tráfico, sino también reducir el consumo de combustible y disminuir las emisiones de gases contaminantes, beneficiando al medio ambiente.

Una idea con raíces en la evolución de los semáforos

Aunque la propuesta de añadir un nuevo color pueda parecer una idea radical, cabe destacar que los semáforos han experimentado una evolución constante desde su creación en 1868. En sus inicios, los semáforos eran operados manualmente, y con el tiempo, han avanzado hasta convertirse en sistemas eléctricos sofisticados que regulan el tráfico en todo el mundo. La luz blanca representa un paso más en esta evolución, adaptando los semáforos a las nuevas necesidades de la conducción autónoma.

Actualmente, esta propuesta se encuentra en una fase inicial de desarrollo, pero sus impulsores son optimistas respecto a su potencial para transformar la gestión del tráfico urbano. A medida que los vehículos autónomos se vuelvan más comunes en nuestras calles, la implementación de una luz blanca podría ser clave para lograr una circulación más eficiente y segura en las ciudades del futuro.